
En la Iglesia Episcopal de San Pablo, el ministerio del altar es una hermosa manera de servir a Dios a través de actos de dedicación y atención al detalle. Este equipo vital se encarga de todo lo necesario para nuestras celebraciones litúrgicas: preparar el altar, disponer los elementos eucarísticos, cuidar los manteles y vestiduras sagradas, y mantener la limpieza y el orden del espacio de adoración. Su labor asegura que cada liturgia, ya sea un domingo regular, una festividad o un evento especial, sea una experiencia de adoración significativa para toda la congregación. Este ministerio es ideal para quienes tienen un corazón dispuesto, aprecian la belleza en los pequeños detalles y desean ser parte de un servicio que tiene un impacto espiritual profundo. Es una invitación a unir manos con otros fieles para construir un espacio donde todos puedan encontrar a Dios.